jueves, 13 de diciembre de 2012

Aportación Final, Colaboración - Competencia


Educando para colaborar



A lo largo del desarrollo de este curso, he tenido la oportunidad de escuchar diversas opiniones, posturas, aplicaciones y análisis referentes a la cultura de colaboración vs la competencia, algunos de ellos enfocados al ámbito empresarial o profesional de las personas, de cualquier forma tanto la colaboración como la competencia, tienen su origen desde el nacimiento del ser humano y durante su desarrollo en la niñez y adolescencia como medio de subsistencia y respuesta al medio ambiente que lo rodea; posteriormente dependiendo del entorno laboral en donde se desempeñe alguna de las dos posturas puede llegar a dirigir su actuar y su forma de relacionarse con la sociedad. Sin embargo, en mi opinión, la colaboración puede ser un medio para llegar a ser más competitivo, es decir, colaborando con otros se puede lograr más que trabajando individualmente.
Para apoyar este punto de vista, haré referencia a algunas citas que tratan precisamente de la relación que existe entre estos dos aspectos, sobre todo en lo que se refiere a la educación.
En primer lugar, es importante establecer las definiciones de cada uno de los conceptos, según la (Real Academia Española, 2012), colaboración, significa acción de colaborar; que a su vez se define como trabajar con otra u otras personas en la realización de una obra. Por otra parte competencia, es definida como disputa o contienda entre dos o más personas sobre algo; oposición o rivalidad entre dos o más que aspiran a obtener la misma cosa; competitividad se define como la acción de competir o rivalidad para la consecución de un fin.
En la opinión de (Muller, 2009), no es lo mejor que la competencia sea señalada como algo negativo y la colaboración como su rival, si no que podría buscarse una coexistencia armoniosa de ambas, en donde se fomente la humildad, la modestia, la generosidad y la responsabilidad de los mejores hacia los demás y a su vez una actitud de humildad para reconocer al que más tiene en un área específica, para aprender de él y superarse inspirado en aquel que en algún aspecto se encuentre en un escalón más arriba. También señala que la propia superación llama a una constante competencia y rivalidad consigo mismo, buscando con honestidad y objetividad los aspectos débiles de sí mismo, compitiendo contra las propias limitaciones para evolucionar.
De la misma manera en que se suele tratar a la competencia como algo negativo, se suele pensar que la colaboración implica estar de acuerdo con los demás; un artículo en (Entrepreneur Mexico, 2010) hace hincapié en que como empresario resulta tentador contratar personas que piensen igual que él, ya que ello evita conflictos, sin embargo esto limita la innovación, elemento esencial para el crecimiento de toda empresa, por lo tanto la colaboración que es la combinación de diversos puntos de vista siempre es preferible al consenso.
Las autoras (Peré, Perera, & Canuti, 2011) mencionan que: “Una de las líneas de pensamiento que orienta al cambio educativo es la que se vincula con el aprendizaje colaborativo como una ampliación del concepto de trabajo cooperativo y colaborativo”. Citan a (Wessner y Pfister, 2001) definiendo que el Aprendizaje Colaborativo se da cuando “Dos o más personas con el objetivo común de adquirir conocimiento, están dispuestas a compartir sus conocimientos y experiencias, en el marco de acciones de comunicación e interacción dirigidas a alcanzar tales propósitos”. Agregan que esta forma de aprender es una alternativa a la competición y al individualismo, propiciando la solidaridad, conjunción de esfuerzos y de acuerdo e interdependencia de las personas. Las partes se comprometen a aprender algo juntos y es el grupo el que decide como realizar la tarea, que procedimientos seguir, como dividir el trabajo, las tareas a realizar, por medio de la comunicación y la negociación.
Continuando con lo anterior, la interacción comunicativa es la base de toda colaboración, Para (Greimas y Courtés, 1982; citados en Peré, 2011) la comunicación es un acto voluntario influenciado por la percepción de una posibilidad de crecimiento personal; tratándose de la colaboración en una tarea grupal, se manifiestan diferencias que pueden facilitar o dificultar la comunicación entre los integrantes, los contextos de su procedencia, sus disciplinas de origen, sus autobiografías y sus intereses, son elementos personales que se ponen en juego en dicha interacción. Así, se debe tomar en cuenta que el aspecto cultural tiene una gran influencia, en las interacciones de los integrantes de un grupo al momento de intentar colaborar en alguna tarea.
Resulta pertinente diferenciar colaboración de cooperación, según (Roschelle & Teasley, 1996; citados en Peré, 2011), la cooperación se logra mediante la división del trabajo entre los integrantes del grupo y cada uno es responsable de la parte que le corresponde; por otro lado en la colaboración todos los integrantes del grupo son responsables mutuamente para llegar un resultado.
El autor (Cifuentes, 2004) en su libro Humildad y Liderazgo, dedica un capítulo a la competencia y colaboración, mencionando que: “Se trata de ver como se compatibilizan la competencia y a colaboración: si podemos hacer posibles una colaboración competitiva o una competencia colaboradora” (p.88); para ello es necesario concebir un perfil de liderazgo con la cualidad sobresaliente de colaborar y no competir; más adelante señala que cuando lo importante de la relación entre entidades e individuos es el precio, con la carga cuantificable material que conlleva, estas relaciones toman el tinte de competitividad, en cambio, cuando la relación se establece en un ambiente incuantificable, cultural, como es el de los conocimientos, la competencia cede el paso a la cooperación (p.92). Concluye diciendo: “todos deberíamos de tener un espíritu y una actividad nuclear de conjunción, complementariedad, armonía y entendimiento en el seno mismo de las actividades de competencia. Ello sería manifestación de que no hemos depuesto, al competir, nuestra condición de personas” (p.100).  La naturaleza humana reúne ambos aspectos, sin embargo el reto actual es lograr que la necesidad de ser mejor o superarse sea un motor personal que motive a las personas a ser una pieza valiosa en su entorno con la actitud generosa de compartir sus conocimientos, experiencias y habilidades colaborando con otros en el logro de un determinado objetivo.
Actualmente varias instituciones se inclinan por fomentar la colaboración en la educación, para tal efecto utilizan el recurso del trabajo en equipo como medio para que sus alumnos realicen diversas tareas asignadas por los titulares de las diferentes materias impartidas en las aulas escolares; en mi experiencia personal, observando la manera en que se desempeñan los alumnos en estas tareas, escuchando las dificultades con las que se encuentran al momento de integrarse y desenvolverse en dichos equipos y los resultados que obtienen, que muchas veces no son favorables para cada uno de los integrantes de dichos equipos; me surgió la inquietud de saber si los alumnos saben porque se les pide realizar estas tareas en equipo, si saben que habilidades están aprendiendo a desarrollar además del tema que esté relacionado con la tarea y por último si tienen idea de lo que necesitan para poder trabajar en equipo y tener éxito en su tarea. Platicando con la Directora del Bachillerato al que asiste mi hija, le pregunté: ¿Qué es lo que buscan desarrollar en los alumnos al designarles tareas en equipo? Y ella me respondió que principalmente buscaban desarrollar el Liderazgo, la toma de decisiones y el logro de objetivos en conjunto; le cuestione si les habían hecho saber específicamente a los alumnos esto y me dijo que no, entonces yo le propuse, dar una plática a los alumnos para darles a conocer lo que se busca que desarrollen al trabajar en equipo y además exponerles de una manera muy sencilla y a su nivel, lo que necesitan para poder trabajar mejor en equipo. Ella me dijo que le parecía muy bien, que le enviara la propuesta para programar las pláticas con los alumnos.  
Después de haber estudiado en este curso aspectos tan importantes e interesantes con respecto a la Cultura; haber elegido en particular como caso de estudio Cultura de colaboración VS competencia, considero que una manera de aplicar lo que he aprendido y hacer mi aportación final, es impartiendo esta plática a los alumnos para ayudarles a que la realización de sus tareas en equipo se desarrollen de una manera más armoniosa, sean más conscientes de lo que significa que colaboren para lograr un objetivo y obtengan mejores resultados como equipo.
Muchas Gracias a todos por compartir y colaborar durante todo este curso, ha sido un placer conocerlos, leerlos y escucharlos cada jueves, ¡Los voy a extrañar!  =)

BIBLIOGRAFIA.
Cifuentes, C. L. (2004). Humildad y Liderazgo. Edo. de México: Ediciones Ruiz.
Entrepreneur Mexico. (Abril de 2010). EBSCO. Recuperado el 10 de Diciembre de 2012, de http://web.ebscohost.com/ehost/detail?sid=be1efee6-3ba7-4818-a50f-2bae0cf31bde%40sessionmgr12&vid=2&hid=8&bdata=Jmxhbmc9ZXMmc2l0ZT1laG9zdC1saXZl#db=zbh&AN=49226687
Muller, A. (20 de Mayo de 2009). Tribuna Logosófica. Recuperado el 11 de Diciembre de 2012, de http://tribunalogosofica.edu.uy/2009/05/competencia-vs-colaboracion/
Peré, N., Perera, P., & Canuti, L. (2011). cse.edu.uy. Recuperado el 10 de Diciembre de 2012, de http://www.cse.edu.uy/sites/posgrados.cse.edu.uy/files/culturacolaboracion-pere-perera-canuti.pdf
Real Academia Española. (2012). Real Academia Española. Recuperado el 10 de Diciembre de 2012, de http://www.rae.es/rae.html